A veces, incluso los y las profesionales de la salud mental se sienten tristes y solos (as). Estos momentos pueden ser desafiantes, pero también ofrecen una oportunidad para el crecimiento personal y profesional. En este artículo, quiero compartir mi experiencia reciente y cómo he encontrado diferentes maneras de enfrentar estos sentimientos.
Una de las cosas más complejas es reconocer el sentimiento y darnos permiso de sentir, a nosotras mismas por ser profesionales en salud mental a veces nos cuesta mostrar cuando nos sentimos tristes, al ser personas que cuidamos de otros, podemos sentir el peso de “tener” que ser fuertes, pero en realidad somos personas de carne y hueso, que sentimos, tenemos frustraciones, nos decepcionamos, podemos sentir miedo. Claro está, que la formación recibida ayuda a que tal vez no nos desbordemos ante la crisis, o al menos, así debería ser, pues estamos entrenadas para dar contención a otros, pero justamente esto se convierte también en un factor de riesgo para nosotras, si no hacemos algo al respecto y no tomamos responsabilidad.
- Creo que el primer paso es reconocer el sentimiento
- Aceptación: Tiene que ver con la importancia de aceptar y validar nuestros propios sentimientos como psicólogos (as). Reconocer que tal vez el comportamiento de una persona o situación de la que esperábamos mucho o que teníamos en alta estima, se comporte o salga de una manera que no esperábamos. Aceptación también está en entender que esto no siempre está en nuestro ámbito de control, y que lo único que podemos hacer es reflexionar, comprender la situación y decidir cómo responder. Nuestra respuesta, es una de las áreas más fuertes que sí podemos controlar.
- Normalización: Los y las profesionales en salud mental, no estamos exentos de sentir. Somos personas primero, y al igual que muchos trabajamos día a día para ser una mejor versión de nosotros (as) mismos (as)
- Estrategias de Afrontamiento:
- Autocuidado: Respirar, tomar un momento para desahogarme de manera saludable, apartarme un momento de la situación para mirar desde afuera. Darme un baño de limpieza emocional, escribir para ordenar mi mente, son algunas de las cosas que me han ayudado.
- Red de Apoyo: En mi caso, mi principal red de apoyo son mi familia, y esto no quiere decir que haga catarsis de lo sucedido con ellos, porque a veces no es prudente, pero son mi refugio para chinearme un poquito. Me dejo abrazar, besar y consolar, pasar tiempo con ellos, reír, jugar y hasta cantar. Otras de mis redes son colegas y amigos, a veces sólo irme a tomar café con ellos, ayuda.
- Supervisión y Terapia: Aquí si hacemos catarsis. No sé si lo saben, los profesionales en salud mental debemos siempre trabajar en nuestra salud mental y algunas veces requerimos supervisar casos con otros colegas y tener nuestra terapia personal.
- Enfoque en soluciones: Para mi este es esencial, quedarme paralizada viendo el problema, las injusticias o lo que haya pasado no es una opción para mí. Prefiero analizar el problema para entender qué salió mal o de donde vino todo, pero solo para eso. Como no puedo cambiar el pasado no puedo hacer mucho ahí, lo que sí puedo hacer es corregir, re-construir y tomar decisiones.
- Encontrar el Equilibrio:
- Este aspecto suena muy romántico y es difícil de entender. Tiene que ver con separar las horas de trabajo de las horas libres, hacer actividades recreativas, cuidar mi alimentación, tener espacio individual. Si me excedo mucho en un área y, por ejemplo, no descanso, hay más posibilidades de responder mal, mi sistema nervioso estará alterado si no duermo, paso mucho tiempo en pantallas, o hago cosas que me perjudiquen.
Todas las personas podemos tener momentos de tristeza y soledad, y podemos sentir tentación de quedarnos demasiado tiempo ahí, construir muchas creencias irracionales y discursos mentales negativos, pero debemos hacer un esfuerzo por detenerlos. Ojo, no se trata de no sentir, se trata de no auto torturarnos innecesariamente. Esto no tiene ninguna utilidad, si detenemos los pensamientos negativos, que la mayoría de las veces están lejos de la realidad y de los cuales no tenemos pruebas, tendremos más oportunidades de sentirnos mejor, avanzar y poder hacer algo al respecto.
Espero que compartirles mi experiencia, les ayude a sentirse más acompañados y a reflexionar. Me encantaría saber que les ha ayudado a ustedes cuando han pasado por cosas así, y acuérdense que siempre vale la pena pedir ayuda.
Con cariño, Sofi.