¿Te ha pasado que te sientes muy bien cuando las personas alrededor tuyo reconocen tus esfuerzos, aprecian tus habilidades y valoran lo que haces? Este es un estímulo que todas las personas necesitamos sentir, porque nos motiva a tener mejor disposición a colaborar y propicia la unión familiar. Sin embargo, poca gente se toma el tiempo para hacerle ver a los demás que sus esfuerzos valen la pena y que son bien recibidos.
Es momento de buscar un espacio en familia para hacer un ritual de agradecimiento (algo sencillo), puede ser luego de desayunar, un momento de tranquilidad por la tarde al compartir un café, donde cada miembro de la familia se tome el tiempo de agradecer individualmente por pequeños detalles.
Vas a notar que la familia se va a empezar a sentir mucho más apreciada y tomada en cuenta, lo cual va a contribuir a la unión familiar y la comunicación.
Unión familiar es divertirse y pasar tiempo juntos
Esto incluye comidas, paseos, juegos, visitas y cualquier actividad que les permita pasar tiempo de calidad juntos.
El estar presentes, compartir momentos, disfrutar actividades ayuda a la familia a encontrar cosas en común que a su vez generan temas de conversación y conexión.
Si sientes que les cuesta encontrar estos espacios que fortalezcan la unión familiar de manera natural, entonces debemos construirlos.
Un primer paso puede ser que comiences a interesarte en las actividades que las otras personas disfrutan, a prestar atención y te tomes el tiempo de entender en qué consiste.
Esto abrirá las vías de comunicación. Algo muy importante, es que investigar y entender no significa montar un interrogatorio, si por ejemplo, estamos hablando de adolescentes, puede ser que se cierren más y compartan menos.
Cuando se habla de “mostrar interés” se refiero a un interés genuino. La gente sabe cuando les estamos mintiendo.
Recuérdale a los miembros de tu familia que los amas
Intenta generar el hábito de demostrarse cariño. Vale la pena rescatar que las personas apreciamos los gestos de manera distinta. Algunas personas necesitan del contacto físico, otras solo basta con palabras, acciones o detalles.
Teniendo en cuenta esto, podemos inventar amigos secretos emocionales que participen de este ejercicio de unión familiar, donde nos regalemos cartas, regalos pequeños (simbólicos), gestos según lo más significativo para cada persona.
Pide a las personas de tu familia que se cuenten de manera honesta que tipo de cosas les hace sentir más especiales, es un buen punto de partida.
Jueguen
Así como aprendemos jugando, también es posible hacer conexiones emocionales que contribuyen a la unión familiar.
La risa rompe barreras, relaja a las personas y nos hace sentir cercanos, lo cual también influye en el sentido de pertenencia. Nos hace sentir parte del grupo, cómplices, nos genera confianza.
Unión familiar es saber escuchar
Parece fácil pero no lo es. Cuando una persona (más si es la familia) viene a contarnos algo tendemos impulsivamente a tratar de consolarla, buscarle soluciones y comenzar a cuestionarla y darle sugerencias.
¡Detengámonos un momento! Muchas veces lo que la otra persona necesita es sólo ser escuchada, hacer una descarga emocional sin sentirse juzgada, a veces sólo quiere un abrazo y saber que estás ahí para ella. A veces el mejor acto que podemos hacer para acercar a alguien es escucharle de verdad, sin darle lecciones, juicios, consejos o recetas. Luego de escucharla, puedes preguntarle como le puedes ayudar y nuevamente permítete escuchar y respetar lo que la otra persona te pida.
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