La navidad es una época hermosa y muy intensa, donde a las personas les afloran muchos sentimientos positivos y negativos, todo en su conjunto conforma el espíritu de la navidad. Si usted es de las personas que ve todo en color positivo, entonces ha llegado una época que posiblemente disfrutará mucho en cambio, si es de las personas a las que está época se vuelve una carga abrumadora de sentimientos negativos y ansiedad, seguro la está pasando mal.
Lo primero y más importante de saber, si somos de esas personas que respiran profundo para enfrentar esta época del año, es entender qué es lo que verdaderamente lo mueve estar así. A veces nos sentimos mal por situaciones muy puntuales y específicas, como la pérdida de un ser amado o bien, es algo más generalizado que nos sucede cada año o al menos tiene que ver con múltiples factores.
Algunas de las situaciones más comunes que nos llevan a sentirnos decaídos para conectar con el espíritu de la navidad:
Situación económica: lamentablemente, muchas veces se asocia el espíritu de la navidad con el consumo, perdiendo mucho de su significado real. Las personas se sienten presionadas a comprar regalos y a veces, terminan endeudándose para intentar cumplir expectativas irreales de lo que es felicidad. Se coloca la felicidad como parte de la capacidad adquisitiva, el poder “tener” todo lo que sueñan en Navidad.
No tener cerca la familia: suele pasar cuando usted o su familia está en otro país o al menos bastante lejos de usted. Se piensa en la navidad como una época para pasar en familia, por lo que en los casos que esto no es posible, puede ocasionar angustia y sentimientos de soledad.
Una pérdida reciente: cuando hemos perdido un ser amado la época navideña se vuelve particularmente sensible, sobre todo si es la primera navidad sin esa persona. La tristeza está en la superficie y las emociones son intensas, por lo que la persona no sabe cómo sentirse o cómo actuar.
Estrés del “trajín” y el “corre corre” de la época: justo porque muchas personas ven esta época como de compras, regalos y actividades, las calles se congestionan, la gente anda deprisa, los centros comerciales se llenan y se vuelve más difícil transitar. Muchas personas encuentran esto como un factor muy estresante de la época y puede ocasionarles muchas molestias, sobre todo si tienen más claro el concepto del espíritu de la navidad y la navidad como tal.
Conflictos familiares: ocurre cuando hay peleas en la familia, divorcios, dificultad para comunicarse con algunos miembros. Estas situaciones obligan a coordinar con personas que cuesta mucho ponerse de acuerdo, dan espacio para discusiones familiares o le obligan a tener que ver o negociar con gente que generalmente intenta evitar. Es posible que sienta que esto viene con la época, por lo que no necesita pensarlo mucho para que de una vez empiecen a surgir sentimientos de tristeza, malestar o incluso, enojo.
Nostalgia por otras épocas: tiene que ver con momentos vividos, tal vez idealizados que no volverán o que es difícil reavivar. Tiene que ver con situaciones de la niñez que se atesoran, también puede ser que un familiar que movilizaba a la familia ya no está y la familia de dispersó, puede suceder luego de una separación familiar, la muerte de un ser querido y otros.
Es importante identificar cual es la fuente de nuestros sentimientos, ya que teniendo esto claro es cómo se puede hacer algo al respecto. Justo por este motivo, no todas las recomendaciones funcionan para todas las personas, por lo que a veces se debe experimentar a prueba y error qué le funciona más a usted.
Tomando esto en cuenta, aquí le dejamos algunas recomendaciones:
- Haga una lista de sus bendiciones: todas las personas tenemos cosas que agradecer, aun cuando sintamos que todo es oscuro, siempre hay alguna cosa que agradecer. Anote incluso aquello que le parece insignificante.
- Escoja la música que va a escuchar: la música se conecta con las emociones. Hay música que alegra y otra que pone a las personas nostálgicas. Escoja aquella que le ayude y motive a salir adelante. El resto, evítela.
- Llorar puede ser algo positivo: muchas veces es necesario desahogarse, limpiarse para continuar.
- Realice algo bueno por otra persona: algo que le motive a darle sentido a sus días. Ayude en un hogar de ancianos, un comedor infantil, personas de su comunidad, etc.
- Medite sobre el verdadero sentido de la navidad: aleje su mente de toda la comercialización y mercadeo que se hace en esta época y busque las verdaderas razones para intentar vivirla de manera positiva.
- Intente poner su atención en la sencillez: la gente que se alegra cuando usted les regala una sonrisa, el clima de la época, los detalles de la naturaleza, y las pequeñas cosas.
- Busque espacios para relajarse: salir del “corre corre”, hacer cosas que le ayuden a tranquilizarse.
- Prepárese para enfrentar las cosas que le molestan: mentalícese sobre lo temporal de la situación y piense en estrategias para manejar, por ejemplo, temas controversiales cuando la familia se reúne. ¿Cómo podría evitar esas conversaciones? ¿Qué puede decir si surgen?
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